UGT urge a los Gobiernos a adoptar medidas que paralicen los deshaucios

La Comisión Ejecutiva Confederal de UGT lamenta el suicido de otra persona más, esta vez en Barakaldo, ante la inminencia de un desahucio y realiza un llamamiento a los gobiernos para que, con carácter urgente, adopten las medidas necesarias para paralizar los desahucios, consecuencia de la errónea política de recortes. En este sentido, suscribe el comunicado público difundido desde el sindicato en Euskadi que trasladamos a continuación:

UGT-Euskadi lamenta la muerte de la vecina de Barakaldo y afiliada a este sindicato, que esta mañana se ha suicidado cuando iba a ser desahuciada y urge a Gobiernos y entidades locales a adoptar medidas que paralicen los desahucios y embargos hipotecarios. El sindicato se pregunta sobre "cuántas personas tienen que quitarse la vida para que se ponga fin a esta sinrazón a la que nos ha llevado la especulación y las malas prácticas por parte del sistema bancario, que ahora pretende que les rescatemos.

UGT asegura que estas son las consecuencias de la política de ajustes y recortes errónea del Gobierno del PP, que arruina a las familias y las convierte en víctimas de esta feroz crisis, protegiendo a las entidades bancarias, con el impuesto de los ciudadanos, a los que está llevando a la pobreza, perdiendo salarios, empleos y prestaciones sociales.

Junto a otras organizaciones sindicales y sociales, UGT está promoviendo una campaña dirigida a la recogida de firmas para presentar una ILP, con el objeto de paralizar los deshaucios, lograr la dación en pago, como forma de cancelación de la deuda -como exi ste en otros países europeos-y propugna el alquiler social para los afectados, para que se cumpla el art 47 de la Constitución en el que se recoge el derecho de los ciudadanos a disfrutar de una vivienda digna y adecuada, en el que además se dice textualmente que "los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pendientes para hacer efectivo este derecho".

Las entidades bancarias deberían sentir al menos vergüenza por llevar a las personas a vivir en la calle, cuando no al suicidio, cuando ellos hacen negocio con nuestras viviendas y nuestros impuestos.