miércoles, 18 de diciembre de 2013
martes, 10 de diciembre de 2013
PON TU GRANITO
A petición de los compañeros de relevo de Isaac y Juan Ramón, y con el fin de ayudar en lo posible a las familias de los fallecidos, el comité de empresa ha abierto una cuenta para todos los que quieran o puedan colaborar:
2013 6040 18 0200249243
Catalunya Caixa
Oficina 6040 de Súria
Esta cuenta permanecerá abierta hasta el 31 de enero 2014
2013 6040 18 0200249243
Catalunya Caixa
Oficina 6040 de Súria
Esta cuenta permanecerá abierta hasta el 31 de enero 2014
domingo, 8 de diciembre de 2013
REFLEXION
Quiero compartir con vosotros la nota que hicieron los compañeros de la Sección Sindical de Iberpotah Sallen, Yo no tengo nada mas que felicitar a los compañeros de Sallent y muy especial mente a Juan Manuel Garrido, siempre con las palabras oportunas en el momento adecuado
Reflexion
En días cómo estos, uno se hace un montón de preguntas, apretando los dientes de rabia te interrogas una y otra vez buscando respuestas en tu cabeza, en ese camino mental vas tropezando con infinidad de sentimientos e imágenes, imágenes de uno mismo, de los compañeros, de nuestras familias. De repente nuestro cerebro, máquina excepcional, te hace virar hacia el lado racional del mismo, allí dónde almacena datos, cifras, números, y establece macabras estadísticas, crudas pero reales, que te devuelven de nuevo al dolor profundo que supone comprobar el número de compañeros caídos en nuestra actividad laboral, la minería, tan excepcional e intensa cómo cruel e injusta. Es aquí dónde reside la verdadera razón de esa peculiaridad, la posibilidad demasiadas veces convertida en certeza, de que cada día en el tajo podría ser el último, es por esto que, según parece, los mineros somos una gente especial y por ello nunca debemos bajar la guardia y debemos cuidarnos entre compañeros, extremar el sigilo en cada paso que damos en las entrañas de la tierra, esta madre tierra generosa y caprichosa que, según creencia popular, tiene un trato con los mineros y a cambio de dejarnos hurgar en sus entrañas y quitarle el fruto de su vientre, cuando le apetece reclama la vida de algún compañero, cobrándose en tragedia y dolor profundo su parte, arrasando los corazones de infinidad de gente y haciendo derramar millones de lágrimas, que caen en esa misma tierra dónde se lleva a cabo el macabro contrato. Una vez más el cerebro te advierte de que hay que volver a pensar y te hace recordar protocolos, medidas, procedimientos, estudios, normativas y muchas más herramientas al alcance de todos para revertir la sabiduría popular en fría ciencia de análisis, observación e identificación de problemáticas en las explotaciones mineras para resolverlas con un objetivo tan ambicioso que prevalezca sobre todo lo demás, preservar la vida de los que trabajamos allí abajo en cualquier lugar del planeta.
Reflexion
En días cómo estos, uno se hace un montón de preguntas, apretando los dientes de rabia te interrogas una y otra vez buscando respuestas en tu cabeza, en ese camino mental vas tropezando con infinidad de sentimientos e imágenes, imágenes de uno mismo, de los compañeros, de nuestras familias. De repente nuestro cerebro, máquina excepcional, te hace virar hacia el lado racional del mismo, allí dónde almacena datos, cifras, números, y establece macabras estadísticas, crudas pero reales, que te devuelven de nuevo al dolor profundo que supone comprobar el número de compañeros caídos en nuestra actividad laboral, la minería, tan excepcional e intensa cómo cruel e injusta. Es aquí dónde reside la verdadera razón de esa peculiaridad, la posibilidad demasiadas veces convertida en certeza, de que cada día en el tajo podría ser el último, es por esto que, según parece, los mineros somos una gente especial y por ello nunca debemos bajar la guardia y debemos cuidarnos entre compañeros, extremar el sigilo en cada paso que damos en las entrañas de la tierra, esta madre tierra generosa y caprichosa que, según creencia popular, tiene un trato con los mineros y a cambio de dejarnos hurgar en sus entrañas y quitarle el fruto de su vientre, cuando le apetece reclama la vida de algún compañero, cobrándose en tragedia y dolor profundo su parte, arrasando los corazones de infinidad de gente y haciendo derramar millones de lágrimas, que caen en esa misma tierra dónde se lleva a cabo el macabro contrato. Una vez más el cerebro te advierte de que hay que volver a pensar y te hace recordar protocolos, medidas, procedimientos, estudios, normativas y muchas más herramientas al alcance de todos para revertir la sabiduría popular en fría ciencia de análisis, observación e identificación de problemáticas en las explotaciones mineras para resolverlas con un objetivo tan ambicioso que prevalezca sobre todo lo demás, preservar la vida de los que trabajamos allí abajo en cualquier lugar del planeta.
miércoles, 4 de diciembre de 2013
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